¿Quién es José Jerí? El nuevo presidente interino del Perú bajo la lupa de la opinión pública

Tras la destitución de Dina Boluarte por el Congreso, José Jerí Oré, hasta entonces presidente del Legislativo, asumió la presidencia interina del Perú en medio de cuestionamientos por denuncias archivadas y una legitimidad en disputa. Su perfil genera preocupación en sectores civiles y políticos por los antecedentes que arrastra.
La madrugada del 10 de octubre, José Jerí juró como presidente de la República por sucesión constitucional, luego de que el Congreso aprobara la vacancia de Dina Boluarte por «incapacidad moral permanente». Sin embargo, su ascenso ha despertado serias dudas sobre su idoneidad, tanto por su bajo perfil previo como por los antecedentes que lo rodean.
Jerí, limeño de 38 años, estudió Derecho en universidades estatales y privadas sin gran prestigio académico. Desde 2013 milita en el partido Somos Perú, y llegó al Congreso en 2021 como accesitario del expresidente Martín Vizcarra, quien fue inhabilitado por el Parlamento pese a haber sido el más votado. Jerí, con solo 11.600 votos, obtuvo así un escaño en el Legislativo. Desde entonces, promovió proyectos de ley en áreas como seguridad, empleo y salud.
Entre polémicas y cuestionamientos
En julio de 2025, fue elegido presidente del Congreso, cargo desde el cual asumió ahora la presidencia interina del país. En aquel momento, seguía abierta una investigación por violación sexual en su contra, relacionada con un presunto hecho ocurrido en una reunión social en diciembre de 2024 en Canta. La denuncia fue archivada en agosto de 2025 por la Fiscalía por falta de pruebas, pero el caso dejó una huella que aún genera rechazo en sectores sociales.
Organizaciones como la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos expresaron su rechazo a su investidura. En un pronunciamiento, señalaron que “ningún funcionario con denuncias o cuestionamientos graves debería asumir la más alta representación del Estado” y pidieron integridad y transparencia en el liderazgo político del país.
Aunque Jerí ha negado cualquier implicación en el caso y asegura que la Fiscalía ratificó su inocencia, la polémica persiste. Su llegada al poder, más fruto de las circunstancias que del respaldo ciudadano, lo coloca en un escenario frágil de cara a una ciudadanía que exige reformas, transparencia y una transición legítima. El reto será gobernar un país en crisis política sin una base de apoyo clara ni una reputación plenamente libre de controversias.